Odas Nariñences a Pipi Calzaslargas

PROYECTOS / Exposiciones de Arte en Obra >Colectivas

Odas Nariñences a Pipi Calzaslargas
Del 7 al 18 de Abril de 2018

Cristina Villota
John Torres


“En los confines de una pequeña ciudad sueca había un huerto exuberante, y en él una casita de campo. En esta casita vivía Pippi Calzaslargas, una niña de nueve años que estaba completamente sola en el mundo. No tenía padre ni madre, lo cual era una ventaja, pues así nadie la mandaba a la cama precisa-mente cuando más se estaba divirtiendo, ni la obligaba a tomar aceite de hígado de bacalao cuando le apetecían los caramelos de menta.

Hubo un tiempo en que Pippi tenía un padre al que quería mucho. También, naturalmente, había tenido una madre, pero de esto hacía ya mucho. La madre murió cuando Pippi era aún una niñita que se pasaba el día acostada en su cuna y lloraba de tal modo que nadie se podía acercar a ella. Pippi creía que su madre vivía ahora allá arriba, en un lugar del cielo, y que miraba hacia abajo, por un agujero que había en él, para ver a su hijita. Pippi solía saludar con la mano a su madre y decirle:

—No te preocupes por mí, que yo sé cuidarme solita.”

Tomado de Pippi Calzaslargas Lindgren, Astrid